A Juan Ramón tendríamos que multiplicarlo y repartirlo en todos los países del mundo, tanto por su fondo como por sus formas. Sus ideas son siempre acertadas y cargadas de sentido común, lejos de fanatismos, posturas e ideologías. Debate con argumentos, plantea hechos y muestra datos, y como si pudiéramos pedirle más, tiene un absoluto cuidado por las formas, y todas sus intervenciones son respetuosas y pacientes, sin caer en falacias. En fin, que uno no puede más que deshacerse en elogios por una persona tan virtuosa, y su podcast, y las ideas que plantea en él, son elementales para una sociedad que camine (y cuide el camino) del desarrollo y la libertad.